Luxación patelar en caninos

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Autor para correspondencia MVZ. Cristina Yadira Gómez Sánchez.

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La articulación de la rodilla es muy compleja, se involucran en su conformación y funcionamiento varios huesos, el fémur, la rótula y la tibia. La rótula o patela que es el pequeño hueso que podemos identificar como rodilla, descansa sobre el surco troclear que es una depresión del fémur, por su parte la tibia tiene la cresta tibial que debe ser perpendicular hacia el surco troclear, esto es muy importante ya que por aquí pasarán ciertos ligamentos y estructuras que ayudarán a la estabilidad y funcionalidad de la articulación.

Bio Zoo Rodilla Normal

Rodilla Normal

En el caso particular de la luxación de patela, ésta se sale de la tróclea, en la mayoría de los casos se sale hacia la cara interna de la rodilla (medial) y aunque también hay luxaciones hacia la cara externa (lateral) se calcula que son menos del 20% de los casos clínicos.

En cuanto a predisposición racial encontramos que los perros de talla pequeña son los que suelen presentar esta patología más frecuentemente, entre ellos podemos mencionar a los chihuahuas, poodle, yorkshire terrier y demás razas pequeñas o toys. Encontramos también que tiene una etiología genética y se debe a un mal desarrollo de la articulación y puede afectar a una o ambas extremidades, en algunas ocasiones puede producirse a raíz de un traumatismo, como una caída un atropellamiento etc.

Bio Zoo Razas minis y toy tienen mayor predisposición a padecer luxación patelar

Razas minis y toy tienen mayor predisposición a padecer luxación patelar

¿Qué observamos clínicamente cuando hay una luxación patelar?

Dependiendo del grado de luxación, tema que tocaremos en un momento, serán los signos clínicos que podamos observar, pueden ir desde una claudicación (cojera) leve e intermitente hasta claudicaciones permanentes en donde ya no observamos que la mascota apoye la extremidad, de manera más práctica podemos referirnos al típico perrito de raza pequeña que va corriendo y de repente da un salto en donde comienza a encoger alguna de sus extremidades traseras y posteriormente después de unos minutos regresa a su normalidad, esto pasará cuando hablemos de un grado inicial de luxación, sin embargo si es un grado más avanzado podemos llegar a observar una extremidad que ya no regresa a su posición natural.

Bio Zoo Deformación del tercio posterior

Deformación del tercio posterior

¿Qué causa la luxación patelar?

De causas ya hablamos un poco sobre la predisposición genética y racial que podemos encontrar así como las ocasiones en las que un traumatismo puede llegar a ser el origen de dicho padecimiento, pero hablando específicamente del proceso que sigue tenemos que se sale la patela de su lugar, comienza a producirse un desgaste y deformación de la superficie articular de dicho hueso, desgaste también de la superficie articular del surco troclear, todo esto conlleva a una posible ruptura de los ligamentos cruzados que son muy importantes en el funcionamiento adecuado y en la mecánica de la articulación de la rodilla, posteriormente v a empezar a producirse una rotación de la pata hacia la cara externa para intentar devolver la estabilidad perdida a la articulación y entonces es cuando comenzamos a ver a un perro que camina mal, que hace un esfuerzo excesivo y de sobrecarga sobre sus patas delanteras y puede por consecuencia también presentar lesiones en la columna.

Es entonces cuando observamos ese brinquito característico del que ya hablamos cuando van corriendo y sostienen una pata en el aire.

Grado de luxación patelar

Existen 4 grados de luxación patelar siendo el grado I el menos severo y es cuando comienza a producirse la luxación.

  • Grado I: La rótula se luxa manualmente, pero vuelve a su sitio normal al dejar de presionar. Clínicamente lo vemos como un perro con una cojera intermitente que cuando va corriendo retrae la pata y unos pasos después vuelve a la normalidad, esto solo le sucede esporádicamente.
  • Grado II: La rótula se luxa manual o espontáneamente con la flexión de la rodilla. La rótula se mantiene luxada hasta que se reduce manualmente en extensión o se rota la tibia en dirección opuesta. La cojera, aunque sigue siendo intermitente se vuelve más frecuente y la mascota comienza a presentar incomodidad y dolor en la articulación.
  • Grado III: La rótula permanece luxada la mayor parte del tiempo, pero se puede reducir manualmente en extensión. En este punto ya presenta una cojera casi permanente de moderada a intensa.
  • Grado IV: La rótula ya permanece luxada todo el tiempo y por lo tanto la cojera se vuelve permanente.

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Del grado II al IV se considera ya la cirugía como resolución de la patología.

En estos casos lo más adecuado es que el paciente sea evaluado por un especialista en ortopedia, se haga evaluación sobre si nuestra mascota es apta para cirugía y el pueda decidir cuál sería la técnica quirúrgica de elección para cada caso en particular.

Conclusiones

Al ser la luxación patelar una patología de origen congénito, en la mayoría de los casos podemos observar signos clínicos a temprana edad, es importante atender estas señales puesto que puede llegar a ser un problema crónico degenerativo, si bien en su mayoría la solución será quirúrgica, no es lo mismo una cirugía cuando la luxación es grado I a cuando ya tenemos un grado IV la cuál será mucho más complicada y también el proceso de recuperación más difícil así como el pronostico de que la mascota recupere por completo su movilidad será mucho más favorecedor si actuamos a tiempo, ante cualquier señal de incomodidad o dificultad de movimiento que presente tu mascota, acude a un especialista.